sábado, 1 de agosto de 2020

Novela negra japonesa

La salvación de una santa - Megustaleer

Estos son solo unas notas para yo recordar cosas que he sabido y que me han gustado. Por favor, no se juzgue ni su redacción ni su contenido ya que, como digo, son anotaciones inconexas que no quiero que se me pierdan.

Existe una especie de Holmes japonés (casi coetáneo, pero he leído alguna vez que inspirado) que se llama Hanshichi. Sus historias son bastante cortas y, para mi gusto, demasiado naifs, pero no está mal leer unas cuantas de ellas para cogerles el aire al ambiente de Japón de hace 100 años.

Fantasmas 

Los relatos de Hanshichi son interesantes, entretenidos y están muy bien escritos. Son una manera inmejorable de acercarnos a Japón y conocer la composición política, social, económica y familiar de finales de la era Edo (1603-1868). 


Nos familiarizamos con su calendario y celebraciones. Conocemos la estructura de la policía y aprendemos que tienen ingresos bajos que les obligan a tener otros negocios. Vemos a los ciudadanos acudir con frecuencia a los baños, cómo se organiza un vecindario o cómo se enfrentan a los incendios. Asisten con frecuencia a los templos y no dudan en atribuir a fantasmas y espíritus los hechos misteriosos. Son amables y educados y el honor es tan importante para ellos que no dudan en practicar el seppuku (harakiri) si piensan que van a perderlo. Me ha sorprendido la familiaridad con que habla del trabajo de las prostitutas, desprovista de juicios morales. O el papel de la mujer, más relevante social y familiarmente que en el occidente de la misma época.

Keiji Okamoto es el nombre real de Okamoto Kidô, 岡本 綺堂. Nació en 1872 en Shiba Takanawa, un barrio de Minato en Tokio. Su padre fue un samurái que tras la Reforma de Meiji dejó el servicio del Shogûn (gobernador) y comenzó a trabajar como traductor para la Legación Británica. 



De mediados del siglo XX es una novela que me parece muy original (esta ya sí la recomiendo) que es El expreso de Tokio de Seicho Matsumoto. En japonés se llama puntos y líneas y el autor habla de corrupción.  


Después La llave maestra de Masako Togawa, antigua cantante de cabaret.


Puede que la novela negra más famosa reciente sea Out de Natsuo Kirino (hay muchas escritoras japonesas de novela negra -ignoro la razón-), es un tanto sórdida (personajes con vidas bastante miserables) y, por lo tanto, muestra una cara de Japón muy distinta de la habitual (por cierto, el bentó es algo muy típico japonés y son cajitas con comida para cuando vas a trabajar o, sobre todo, para cuando se viaja).


Puede que mi escritor favorito sea Keigo Higashino, del cual he leído tres novelas (con el curioso personaje de Galileo) que me parecen muy interesantes: La devoción del sospechoso X (en esta una de las protagonistas también trabaja con los bentós) y  La salvación de una santa son las dos mejores para mi gusto. 


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